En el Veto responde de este mes tenemos una interesante consulta que un cliente nos hizo a propósito de los nuevos instrumentos que se agregan a nuestra oferta, la radiación y energía solar son lo mismo? Acá tenemos la respuesta.
La búsqueda y utilización de fuentes de energía alternativas y más limpias ha pasado a ser prioritaria en la mayoría de los países, esto como un intento de disminuir al máximo el uso de energías de origen fósil, causantes en buena parte del efecto invernadero y el subsecuente cambio climático. Una de estas nuevas fuentes de energía alternativa es la de origen solar, ya sea que la utilicemos para producir calor o electricidad. En este contexto escuchamos con bastante frecuencia dos términos que muchas veces son abordados indistintamente: “Radiación Solar” y “Energía Solar”, por lo que cabe preguntarnos, ¿ambas son lo mismo?
Si bien la radiación solar y la energía solar están estrechamente relacionadas, lo cierto es que no son lo mismo, y para clarificarlo analizaremos ambos conceptos:
Radiación solar
La radiación solar es la energía radiante emitida por el Sol. Esta radiación se genera a partir de las reacciones termonucleares de fusión que se producen en el núcleo solar y que producen la radiación electromagnética en varias frecuencias o longitudes de onda. Estas longitudes de onda se propagan por el espacio como si fueran olas que viajan a altas velocidades (299.792 Km/s) trayendo consigo la energía solar.
La energía solar y consecuentemente la radiación solar resulta del proceso de fusión nuclear que tiene lugar en el Sol. Esta energía es la principal fuente energética y, por lo tanto, el motor que mueve nuestro medio ambiente. La energía solar que recibimos mediante la radiación solar es responsable directamente o indirectamente de aspectos tan importantes para la vida como la fotosíntesis, el mantenimiento de una temperatura del planeta compatible con la vida, del viento, etc. La energía solar que llega a la superficie terrestre es 10.000 veces mayor que la energía consumida actualmente por toda la humanidad.
Al cruzar la atmósfera la radiación solar se somete a fenómenos de reflexión, refracción, absorción y difusión por los diversos gases atmosféricos en un grado variable en función de la frecuencia, de modo que el suelo del espectro solar es irregular en comparación con la detectada en los umbrales externas de atmósfera (TOA) con presencia de bandas típicas de absorción o reflexión.
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Energía solar
El término energía solar se refiere al aprovechamiento de la energía que proviene del Sol. Se trata de un tipo de energía renovable. La energía contenida en el Sol es tan abundante que se considera inagotable. El Sol lleva 5 mil millones de años emitiendo radiación solar y se calcula que todavía no ha llegado al 50% de su existencia.
La energía solar, además de ser inagotable es abundante: como señalamos anteriormente, la cantidad de energía que el Sol vierte diariamente sobre la Tierra es diez mil veces mayor que la que se consume al día en todo el planeta. La radiación recibida se distribuye de una forma más o menos uniforme sobre toda la superficie terrestre, lo que dificulta su aprovechamiento.
La energía solar, además de ser una fuente de energía renovable, es una energía limpia y supone una alternativa a otros tipos de energía no renovables como la energía fósil o la energía nuclear.
La energía solar es la energía contenida en la radiación solar que es transformada mediante los correspondientes dispositivos, en forma de energía térmica o energía eléctrica.
El elemento encargado de captar la radiación solar y transformarla en energía útil es el panel solar. Los paneles solares pueden ser de distintos tipos dependiendo del mecanismo escogido para el aprovechamiento de la energía solar:
• Mediante captadores solares térmicos (energía solar térmica)
• Mediante módulos fotovoltaicos (energía solar fotovoltaica)
• Sin ningún elemento externo (energía solar pasiva)
Tipos de energía solar
En la actualidad existen básicamente tres formas para aprovechar la energía solar.
• La energía solar pasiva.
• La energía solar fotovoltaica.
• La energía solar térmica.
La energía solar pasiva es el método más antiguo de aprovechamiento de la radiación solar. Se trata del método que ya utilizaban las culturas antiguas tal y como se explica en historia de la energía solar. Este sistema consiste en aprovechar la radiación solar sin la utilización de ningún dispositivo o aparato intermedio, mediante la adecuada ubicación, diseño y orientación de los edificios, empleando correctamente las propiedades de los materiales y los elementos arquitectónicos de los mismos: aislamientos, tipo de cubiertas, protecciones, etc. Aplicando criterios de arquitectura bioclimática se puede reducir significativamente la necesidad de climatizar los edificios y de iluminarlos.
La energía solar fotovoltaica aprovecha el efecto fotovoltaico para generar una corriente eléctrica. La corriente que generan los paneles solares es corriente contínua, que tratada correctamente (convirtiéndola en corriente alterna), se puede utilizar para suministrar electricidad en instalaciones autónomas o se puede utilizar para suministrarla (venderla) directamente a la red eléctrica.
Otra forma de aprovechamiento muy habitual y económico se trata de la energía solar térmica. Su funcionamiento se basa en el aprovechamiento de la radiación solar para calentar agua mediante colectores solares. Los colectores solares aumentan la temperatura del fluido aumentando su energía interna. De esta forma es fácil transportar la energía térmica generada y utilizarla donde se necesite: se podrá utilizar para obtener agua caliente sanitaria o para la calefacción de una vivienda.