¿De qué manera la sequía puede afectar nuestra producción agrícola? ¿Qué síntomas se pueden evidenciar?¿Podemos adoptar algunas medidas paliativas? En este artículo encontraras respuesta a todas estas interrogantes.
Efectos de la sequía sobre la producción agrícola
La producción y la calidad de la fruta es altamente dependiente del riego. Las altas temperaturas, la radiación y baja humedad relativa presentes durante el período primavera-verano predisponen a las plantas a altas tasas de transpiración, que requieren a su vez de apropiados contenidos de agua en el suelo.
La calidad del suelo también juega un rol relevante en una condición de clima árido, pues en suelos de textura arenosa (comunes en el Norte Chico) el agua de riego se pierde con facilidad, por percolación hacia las capas inferiores, y permanece por poco tiempo disponible para las plantas. Además contenidos medios altos de sales en el suelo restringen también la disponibilidad que absorberán las raíces. Por lo antes expuesto, queda evidencia que en zonas áridas la producción frutal puede ser severamente afectada por la escasez de agua de riego.
Desde el punto de vista de la fisiología de los frutales, la falta de agua debido a una sequía va a afectar de forma diferente de acuerdo con el estado fenológico en que se encuentran los árboles. En invierno las especies de hoja caduca (duraznero, damasco, peral, manzano, nogal, etc.) se encuentran en receso y sus necesidades de agua son mínimas o nulas. Por otra parte las especies de hoja perenne (palto, chirimoyo, cítricos, papayos, etc.), las hojas presentes en los árboles requieren de agua para el proceso de transpiración, pero debido a las bajas temperaturas invernales, la tasa de transpiración es también muy baja.
El crecimiento de brotes y frutos ocurre preferentemente durante el período de primavera y comienzo del verano. En consecuencia, la falta de agua en este período afectará negativamente el vigor de las plantas, el rendimiento y la calidad de la fruta. También habrá una influencia sobre la producción de la temporada siguiente, pues la restricción del vigor de las plantas (menos superficie foliar) hará menos eficiente el proceso de inducción de yemas frutales.
Durante el verano, el crecimiento de los brotes se hace más lento e, incluso, puede detenerse cuando la fruta está próxima a la ventana de cosecha, Por ello, aunque en este período las tasas de transpiración son altas, el efecto negativo de la sequía sobre la fisiología de las plantas es menor, comparado con el período de primavera. Sin embargo, una escasez severa de agua en verano reducirá significativamente el almacenamiento de alimentos de reserva en los troncos y raíces de las plantas. Eso debido a una menor superficie foliar y de una baja actividad fotosintética en las plantas con estrés hídrico. Como consecuencia, la brotación será irregular y ocurrirá más tarde en la primavera siguiente. Además, el crecimiento de los árboles será menor.

Síntomas asociados a la falta de agua en frutales
Los síntomas más comunes asociados a un estrés hídrico son los siguientes:
• Marchitamiento de hojas y brotes
• Reducción o detención del crecimiento de los brotes
• Maduración anticipada y anormal de brotes, caída prematura de hojas
• Amarillamiento y/o necrosis en las hojas
• Frutos y bayas de tamaño inferior al normal
• Necrosis en la piel de los frutos (golpe de sol)
• Necrosis en brotes y tronco por exposición directa a la luz solar
• Caída anormal de frutos que pueden comprometer la producción
Medidas de emergencia ante la escasez hídrica en frutales
En caso de una escasez severa de agua, se deben adoptar alguna medidas prácticas para disminuir su efecto negativo. Se pueden destacar las siguientes:
• No establecer nuevos huertos o parronales.
• Si es necesario, reemplazar huertos antiguos por otros nuevos (plantas nuevas consumen menos agua).
• Privilegiar el crecimiento de brotes es desmedro de la producción, esto para favorecer la supervivencia de las plantas.
• Regular o eliminar la carga frutal de las plantas, especialmente en condiciones extremas de sequía
• Efectuar una poda en verde, cortar o eliminar brotes en primavera para reducir el área de transpiración
• Disminuir o eliminar la aplicación de fertilizantes (especialmente nitrógeno) para minimizar el consumo de agua (menor superficie foliar). Además, los fertilizantes necesitan agua para moverse en el suelo y su carga iónica puede retener la escasa agua disponible para las plantas.
• Mantener el suelo limpio de malezas para disminuir la competencia por agua.
• En suelos arenosos, incorporar materia orgánica para favorecer la retención de hmedad
• Usar tensiómetros que permitan medir permanentemente los niveles de humedad en el suelo
• Emplear sistemas de riego de alta eficiencia (goteo)
• Usar cobertura del suelo para disminuir evaporación
Luego de terminado el período d sequía, se debe preparar los árboles para la siguiente temporada. Para ello es necesario realizar las siguientes labores:
• Podar severamente para estimular el crecimiento vigoroso de los nuevos brotes
• Pintar con látex blanco los brotes y tronco expuesto al sol
• Regar y fertilizar adecuadamente una vez iniciado el crecimiento activo de los brotes en primavera
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