Determinar en forma precisa el grado de madurez de la fruta es fundamental para los productores, no solo porque ello permite establecer el mejor momento de cosecha, sino porque además esta información determinará en muchos casos la estrategia de comercialización de la fruta. En este artículo te mostramos una nueva tecnología capaz de medir la madurez con gran precisión y de forma no invasiva.
La importancia del proceso de madurez de la fruta
Cuando la fruta alcanza su punto de madurez organoléptica (sabor, color, textura, olor, etc.) significa que tiene las propiedades adecuadas para que pueda ser consumida, pero al mismo tiempo significa que es más delicada y expuesta a daños por penetración de objetos, insectos, o por golpes sufridos durante procesos de embalaje o transporte. Establecer el grado de madurez es crucial entonces no solo para determinar “el cuándo cosechar”, sino que también para monitorear la condición de la fruta durante todo el proceso de post-cosecha. En este sentido conviene recordar los diferentes conceptos de madurez según su los propósitos de medición:
Madurez fisiológica: Se refiere al momento dentro del proceso de maduración en que la fruta ha llegado a su máximo desarrollo y, por lo tanto, puede ser consumida.
Madurez de cosecha: Se refiere al momento en que el fruto ha realizado todo su proceso fisiológico de maduración, presentando características como el color (desaparición del color verde), aumento de sólidos solubles y reducción de la firmeza.
Madurez comercial: Se refiere a las condiciones que requiere el mercado para que un fruto pueda ser vendido, y que no necesariamente es el mismo momento que los anteriores, sobre todo cuando se trata de frutos climatéricos. Por ejemplo un fruto puede estar maduro comercialmente para ser exportado a Europa, mercado al que tardará un par de días o semanas en llegar, momento en que el fruto alcanzará recién su madurez fisiológica.
Medición de la madurez en la fruta
Para medir la madurez de la fruta existen varias técnicas, sin embargo ninguna de ellas es por si sola una respuesta absoluta y certera. A modo de ejemplo, una de estas formas y al mismo tiempo una de las más utilizadas, es medir los sólidos solubles presentes en la fruta, es decir, el porcentaje azúcar. Este indicador sin embargo puede resultar en muchos casos engañoso, ya que por una serie de factores, la presencia de azúcar en los frutos puede variar significativamente de un año a otro. En años favorables, considerar únicamente la medición de este parámetro (realizada mediante un refractómetro) podría significar anticipar en demasía la recolección, teniendo como efecto cosechar fruta dulce, pero no tan dulce como podría ser si se recoge en el punto óptimo de madurez. En años más desfavorables, la cosecha se podría posponer demasiado afectando negativamente la capacidad de conservación y almacenamiento del fruto sin haber alcanzado, de todos modos, un nivel de azúcar satisfactorio.
Otra de las técnicas más aplicadas es la medición de la firmeza de la fruta, medición que se realiza mediante el presionómetro o llamado también penetrómetro, y cuyo objetivo es determinar la fuerza o presión que debemos ejercer para penetrar la fruta con el instrumento. La firmeza de la fruta es inversamente proporcional a su madurez, ya que a medida que la fruta madura, pierde dureza. Sin embargo este método debe complementarse con otros, ya que depende en buena medida de las características intrínsecas de cada fruto y variedad, siendo aún más difícil su aplicación en la post-cosecha de frutas blandas.
Tecnología más precisa y no invasiva
Sabiendo que los productores frutícolas nacionales necesitan herramientas que le permitan aumentar su eficiencia y competitividad, Veto introduce al mercado chileno equipos para la medición de madurez de la fruta que aplican tecnología desarrollada recientemente.
Estos nuevos equipos, llamados precisamente como “Medidores de madurez de fruta” aplican un principio totalmente distinto a los conocidos hasta ahora: miden la presencia de clorofila en la cascara del fruto, y para ello aplican el principio de absorbancia de luz en dos longitudes de onda diferente, luz que es absorbida por la clorofila. Como resultado de esta medición, se obtiene un índice de absorbancia o DA. En un fruto maduro, los niveles de clorofila son bajos, y en algunos casos simplemente no habrá presencia de ésta. En consecuencia las lecturas realizadas con estos medidores deben ser idealmente lo más cercano a 0. Se trata por tanto de medidores que permiten conocer el estado de madurez de la fruta con una elevada exactitud, sin sufrir interferencias como al tiempo climático, factor que influye en otro tipo de medidas como el índice Brix (contenido de azúcar).
Otra de las ventajas que ofrece este tipo de medidores es que no es invasivo, no requiere penetrar ni dañar el fruto en forma alguna, siendo factible incluso realizar las mediciones sin extraer el fruto del árbol, siendo además de uso portátil tanto en terreno como en laboratorio. Combina además la simplicidad de su uso con la comodidad, ya que incorpora una tarjeta SD (que tiene una capacidad máxima de 2 GB) que le permiten almacenar una gran cantidad lecturas, las cuales se pueden traspasar fácilmente a un Pc ya que incorpora además un puerto USB.
El índice DA (Índice de absorbancia)
Como hemos señalado, el índice DA nos permite conocer la cantidad de clorofila presente en la fruta, niveles que disminuirán conforme avance el proceso de maduración. Cada tipo de fruta tiene valores específicos de DA de acuerdo con las diferentes fases de maduración. Para las variedades más populares se dispone de índices de referencia que se actualizan continuamente con los datos que se toman de nuevas variedades. El índice DA es diferente del índice sacarométrico y la medida de la dureza de la fruta, proporcionando una medida diferente que es esencial para una cosecha correcta.
Principales características del medidor de madurez de fruta
1) No depende de las características de la temporada.
2) La medición no es destructiva ni traumática.
3) El instrumento es portátil, ligero, práctico y fácil de usar lo que permite realizar mediciones directamente en la planta antes de la cosecha.
4) La medición se puede realizar también en línea, lo que garantiza una distribución óptima de productos para el almacenamiento y comercialización.
Aplicaciones:
Una de las potencialidades de estos instrumentos es que se pueden aplicar en muchas etapas en el ciclo de producción y de consumo de fruta:
1) Previo a la cosecha, con el fin de identificar el mejor momento para realizarla y seleccionar muestras para la mejor distribución del personal.
2) Por el agricultor, con el fin de clasificar las frutas conforme a su nivel de maduración y distribución comercial.
3) En la comercialización, con el fin de supervisar las condiciones de los productos que se están adquiriendo verificando que estos posean el nivel de maduración exigido.
4) En tienda con el propósito de conocer el estado de maduración de la fruta almacenada, determinar su vida útil y tomar decisiones para su conservación.
5) En tienda, con el fin de seleccionar el producto más maduro, e incentivar su venta.
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