Frente a la pandemia del Covid-19 que nos afecta, el llamado de las autoridades en todas partes es a “quedarse en casa”. Esto significa que necesariamente las personas pasaremos más tiempo dentro de nuestros hogares, y confinados muchas veces a espacios reducidos. Esto nos puede expones a los problemas de la contaminación intradomiciliaria. En este artículo revisamos esta materia.
En nuestros hogares y oficinas existen una serie de fuentes de contaminación, las cuales emiten gases o partículas que flotan en el aire, siendo la principal causa de los problemas de calidad del aire interior en los hogares y edificios. La contaminación intradomiciliaria se produce, preferentemente, cuando no ventilamos nuestro hogar y usamos estufas poco adecuadas. Por ejemplo, las eléctricas, las losas radiantes, los radiadores y los calefactores que cuentan con un sistema de evacuación externa sirven, mientras que todo el resto de los sistemas de calefacción contaminan, entre ellas las estufas a gas licuado, estufas catalíticas y, las que presentan mayores niveles de contaminación, las que consumen parafina, ya que son las que emiten mayor cantidad de monóxido de carbono (CO) y material particulado fino.
¿Por qué son tan nocivas para la salud?
Lo que sucede es que para generar calor todas necesitan consumir oxígeno mientras liberan carboncillo, partículas de gas y sustancias tóxicas. Con esta situación y, sin saberlo, nuestra familia sufre inflamaciones e irritaciones de las vías respiratorias las que, finalmente, se convierten en un caldo de cultivo para las infecciones virales o bacterianas, patógenos que hoy más que nunca deseamos evitar.
Sin embargo existen varias otras fuentes de contaminación al interior de nuestras casas y domicilios, entre ellas:
• Humedad: mantener una temperatura muy elevada al interior de los espacios cerrados, produce la condensación de la humedad que se adhiere a los muros, produciendo hongos y bacterias que al viajar luego en el aire entran en nuestros organismo.
• Plaguicidas, insecticidas, y otros elementos de limpieza: aportan diferentes compuestos orgánicos volátiles (COV)
• Orines y fecas de animales: estas despiden amoníaco en forma de gas, contaminando el aire alrededor de sus focos de acumulación.
• Máquinas fotocopiadoras: compuestos volátiles orgánicos, que tienden a concentrarse en los espacios donde las fotocopiadoras están emplazadas.
• Sistemas de aire acondicionado: estas acumulan y dispersan agentes biológicos así como material particulado, monóxido de carbono entre otros.
• Alfombras y tapices: acumulan agentes orgánicos como ácaros y material particulado fino.
Entre los efectos que estas sustancias pueden producir están las náuseas, dolores de cabeza, fatiga, neumonitis, problemas bronquiales, reacciones alérgicas, irritación de las mucosas, reacciones tipo asmáticas, enfermedades al corazón y en casos extremos, muerte por asfixia.

Edificios enfermos
Dos factores fundamentales empeoran el riesgo para la salud de la contaminación intradomiciliaria. El primero es que la mayoría de las personas, sobre todo ahora, pasa entre el 80 y el 90 por ciento de su tiempo en interiores y, el segundo, que en recintos mal ventilados se tiene más exposición a los contaminantes de interiores ya mencionados y a otros como bacterias, hongos, virus y mohos. Estos no sólo están presentes en el hogar, sino que también en los lugares de trabajo, donde se depositan en los ductos de ventilación, en los sistemas de calefacción y en el aire acondicionado.
Uno de los grandes problemas de los modernos edificios de oficinas y residenciales, es que por lo general, no es muy común que se limpien, purifiquen o filtren los conductos de aire. Entonces ahí se acumulan agentes contaminantes, alergénicos biológicos, bacterias y hongos. Por otra parte, con la idea de mejorar la eficiencia, los sistemas de construcción actuales tienden a hacer los hogares más herméticos hacia el exterior con lo que se concentran aún más los contaminantes intradomiciliarios, tanto químicos como biológicos.
Recomendaciones
• Si tienes una estufa a parafina o de gas catalítica, préndela sólo por unas horas. No las apagues dentro de la casa y ten siempre una ventana semiabierta para ventilar.
• Ventila diariamente las habitaciones.
• Mantén en buen estado la cocina, calefón y estufas.
• Airea la cocina mientras preparas alimentos que produzcan vapor.
• No uses combustibles adulterados.
• Evita los ambientes con humo de cigarrillo.
• No fumes al interior de habitaciones sin ventilación y en presencia de niños, embarazadas o ancianos.
• Para el aseo, utiliza un paño húmedo y no levantes polvo al barrer.
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